Facilitar los espacios para que nuestras familias tengan un encuentro real con Jesús a través de múltiples experiencias de fe; fomentando la formación de laicos, el protagonismo de nuestros jóvenes, el desarrollo integral de las familias y una vida sacramental, conduciéndoles de esta forma a una participación activa y comprometida dentro de nuestra Iglesia, que se traduzca en espíritu de servicio en sus comunidades y parroquias, desarrollando los talentos y carismas natos de cada persona, para llegar a convertirse en discípulos misioneros.